r e s p o n s a b i l i d a d

Vaya palabra larga y difícil. En ocasiones, a D todavía se le queda un poco grande. A los mayores, no nos queda otra opción que apechugar con ella porque ya cumplimos los 18 (hace tiempo).

Pero qué importante es comprender este concepto: darse cuenta de que lo que haces tiene consecuencias, para ti y para los demás. Ya les dijo algo parecido su profe de educación física el curso pasado: "si sembráis semillas de amor, recogeréis amor, mientras que si sembráis semillas de desamor, recogeréis desamor".

Además, es darse cuenta de que no todo es azar, de que las cosas no vienen porque sí y no hay nada que podamos hacer. Es verdad que hay muchísimas cosas que no podemos controlar, que en muchas ocasiones no podemos evitar que pasen ciertas cosas o hacer que sucedan otras... Pero también hay muchas otras cosas que podemos ir labrando, poco a poco, con actitudes, nuestro trabajo, formas de comportarnos y hasta formas de pensar. Incluso con las cosas que no podemos controlar, sí que podemos decidir cómo vamos a reaccionar ante ellas.

Te mereces todo lo que te pase
Ir haciendo que D entienda todo esto es uno de mis propósitos principales para este curso.

Hoy por hoy, responsabilidad para ella es:
  • Lavarse los dientes después de las comidas. Sólo depende de ella y los resultados de hacerlo o no sólo le afectan a ella. Es la prueba de responsabilidad definitiva.
  • Higiene correcta al ir al baño. Esto incluye limpiarse bien, lavarse las manos después y tener el mínimo contacto físico posible con tazas públicas.
  • No perder sus cosas. Aquí nos queda bastante trabajo que hacer: su habitación tiene un agujero negro en el que las cosas desaparecen y lo que sale de casa tiene altas probabilidades de no volver. Cuando pierde algo y no lo dice, no sé si es que desconoce que ya no lo tiene o no se atreve a confesarlo porque sabe que no nos gusta. Creo que un buen paso para empezar es enseñarle a ordenar sus cosas para que ella pueda saber dónde están sin tener que mirar.
  • Cuidar su ropa y calzado. Por ejemplo, procurar no destrozarlos, llenarse las camisetas de tinta o tirarse la comida por encima. También muy especialmente, meter la ropa doblada en el armario y no a puñados (me da escalofríos pensar en la adolescencia)... Parece ser que a pesar de lo que le gusta elegir conjuntos y peinarse por las mañanas, que la ropa esté hecha jirones o renegría le da bastante igual. 
  • Tener cuidado con lo que dice. Lleva ya unos meses sufriendo las consecuencias de cosas que dijo o que no dijo. Por ejemplo, un día que no quería comer unas verduras gratinadas con queso, dijo que no le gustaba la verdura con queso... Así que ya no le dejamos echar queso rallado en los purés, para su tremendo disgusto. Hace poco dijo que ya no le gustaba el jamón york con queso porque no quería comerse un sándwich, así que por el momento no puede comer más sándwiches mixtos, uno de sus platos favoritos. Y lo más reciente ha sido perder la ocasión de subirse a una atracción de feria porque le dijimos que la invitábamos y dijo "vale" con cara seria y sin dar las gracias.
De momento, ha empezado el curso olvidándose el cuaderno en clase, y los libros que tiene este año son de préstamo... ¡Deseadnos suerte!

¿Cómo enseñáis responsabilidad a los niños los que estáis en estas cosas? ¡Soy toda oídos ojos!

Imagen de sciencefiction.com

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