Lo que me llevé a Berlín

Poco a poco, nos estamos haciendo unos expertos a la hora de preparar el equipaje. Todavía tenemos que superar eso de llevar mil bolsas pequeñitas cuando vamos en coche, pero en el resto de casos vamos ya por el nivel avanzado.

Nuestra máxima es llevar la ropa justa y necesaria para ir siempre limpios pero no pasear medio armario en una maleta enorme. Ahora con la peque tenemos un factor riesgo mayor, pero hoy vamos con el equipaje que llevamos R y yo en una escapadita a Berlín para celebrar nuestras bodas de madera. <3

Volábamos con EasyJet e Iberia sólo con equipaje de mano, que además sólo podía ser un bulto por persona, así que nos llevamos esto:

En la mochila llevaba el portátil aunque al final no lo llegamos a usar para nada. Toda nuestra ropa iba en la maletita (y una rebeca mía en la mochila para tener a mano cuando llegáramos).

El tiempo iba a ser bastante más fresco que en Madrid, que teníamos más de 30º durante el día y poco menos durante la noche. Según la previsión, en Berlín estaban teniendo un intermedio en la ola de calor y hacía unos 24º de día y alrededor de 10º por la noche. Así que los días de ida y vuelta tenían que ser a capas, mientras que en los otros no era necesario. Estos son los conjuntos que elegí llevar (las fotos son tomadas con el móvil y ligeramente retocadas con Instagram... sí, muy cutre, pero es lo que hay ;p) por orden cronológico:

Camiseta de nadadora: Lefties

Pantalones carrot: Suiteblanco

Sandalias: Zara

Camisa vaquera: Suiteblanco

Mallas: Calzedonia

Bailarinas: Zara

Vestido: Zara

Bailarinas: Zara

Camiseta larga: Suiteblanco

Mallas: Calzedonia

Sandalias: Zara

Camiseta: Threadless

Pantalones carrot: Suiteblanco

Bailarinas: Zara

Si sabéis contar os habréis dado cuenta de que sobra un conjunto. Yo no y por eso me quedó el último sin usar.

Además de todo esto, llevaba la rebeca negra larga que mencioné antes.

Las ideas principales que sigo a la hora de hacer una maleta mínima son:

• Una parte de arriba para cada día. Nadie quiere salir del hotel por la mañana oliendo a rancio del día anterior.
• Más de una parte de abajo. Viene bien por si te manchas, ¡pero también para no aburrirse!
• Llevar pensados los conjuntos pero que las piezas sean fácilmente intercambiables entre sí. Por ejemplo, la camisa vaquera también iba bien con los pantalones verdes o sobre el vestido, algo abierta y atada a la cintura. Esto viene bien para casos imprevistos (el tiempo no es el que esperabas o se presentan ocasiones para ir más arreglada o menos).
• Siempre ayuda mantener una paleta de colores consistente para facilitar el punto anterior. En este caso, lo que hice fue llevar piezas clave en negro (chaqueta, calzado y una de las partes de abajo) y así el resto casaban fácilmente con ellas.
• Tema zapatos: los que llevo para embarcar, procuro que sean fáciles de quitar y poner por si me lo piden en el control de seguridad del aeropuerto, o totalmente inofensivos (ni botas ni cuñas o suelas gruesas). Por otro lado, intento no llevar en la maleta zapatos que ocupen mucho espacio.

Nuestro vuelo de ida salía a última hora de la tarde, así que combatí el calor con la camiseta de tirantes y las sandalias. Al llegar allí nos encontramos con que hacía mucho más frío y VIENTO de lo que esperábamos. La camisa de manga larga y la rebeca no eran suficiente resguardo para mí y me pasé la primera mañana haciendo el "tour gratis" abrazada a un vaso de té del Starbucks, que para estos casos es mi salvación (¿verdad? ;)). El resto de días la cosa mejoró y disfrutamos de las temperaturas suaves que nos habían anunciado.

R iba hecho un bombón y un adefesio a partes iguales. Es lo que tiene su estilo, que es inesperado. Por desgracia, preparó su equipaje a las tantas y yo estaba ya zombie y no tengo más fotos. ¡Así que para otro día dejamos el tema accesorios y cómo metemos todo en la maleta! :*